jueves, 9 de diciembre de 2010




Alumnos tomando realidad del tiempo en el momento exacto en el que se dan cuenta que falta un día para la entrega de final de año de la facultad y todavía no hicieron nada.















A Diego B. y a mis compañeros de cursada de Gutenberg. A los que me bancaron todo el año con mis proyectos y debates editorialisticos, especialmente a Mechi.



lunes, 22 de noviembre de 2010

Felicio II

Últimamente, Felicio se había vuelto más abrazable que nunca. La gente estaba insoportable, no había persona, animal, insecto, ni mascota que cuando lo viese, pudiera soportar las ganas de abrazarlo.
Harto, harto, harto de todo estaba el pobre Felicio, tan abrazable como siempre (o mejor dicho, más abrazable que nunca) que cubriéndose el rostro con una máscara de zombie, salio bajo el cielo de luna llena (que brillaba más que nunca) y hasta un arroyo marchó.
Allí tenía listo un velero que había estado construyendo desde hacía algún bastante tiempo. La cosa es que subió al barco, respiró hondo, suspiró, y por fin soltó amarras.
Hacía tiempo lo había estado planeando, pero ya esa noche había sido el colmo ¡Una zanahoria saltó de la mesada y con su ramito de hojas le abrazó la nariz! Eso ya fue el colmo y decidió emprender viaje hasta una isla solitaria, donde estaría seguro que nadie lo iba a querer abrazar.
Así y todo, la abrazabilidad de Felicio era tal, que parecía incluso el mar lo quería abrazar. Primero con olas lentas y pesadas, luego con olas cada vez más fuertes, hasta que el cielo se convirtio en negro, la tempestad agitó el mar y el velero iba a la deriva, con Felicio de capitán.

miércoles, 27 de octubre de 2010

Un Marciano muy especial en un mundo muy muy raro

I

Me pregunto que está mirando el marciano Anastacio tan aparsimoniado.
Lo primero que pienso es que me está mirando a mi, añorado y esperanzado de ser testigo de la creación de algún texto del que valga la pena ser el afortunado testigo de su creación primaria y final a la vez, al menos en este caso, ya que (Como todo arte lo es o debería ser) toda improvisación tiene su principio y fin en un mismo segmento... aunque después le hagamos unas pequeñas correcciones.
Por otro lado, veo un segundo pensamiento avanzando desde la segunda línea de la lógica a la primera. Me parece que el Marciano Julito, está observando un cuadro, deleitándose con las pinceladas de algún gran artista (quizás Bangkok o Magritte), deleitándose con alguna absurda y perfecta perspectiva, alguna emoción o pensamiento maravillosamente petrificado en la tela.
También me inclino a observarlo con la mirada perdida en el horizonte, pero no está mirando, sino que está perdido en el solar de los recuerdos, viviendo el ensueño de algún gran momento, su hogar natal quizás, o el arribo a un nuevo y hermoso planeta también tal vez.
¡Aunque ahora viéndolo con más claridad! ¡Seguramente está pensando en alguna gran persona; Marciana o Venusiana, a la que piensa y ama!
Sin embargo y a fin de cuentas, no puedo dejar pasar el hecho irrefutable, de que el marciano Bocetado, nos mira a todos y a cada uno, de una forma muy especial.

II

Todo eso podrías pensar vos lector, si yo no estuviera aquí con mi teclado y mi monitor, tomando nota de las ondas dimensionales que como si yo ;el autor, fuera una marioneta, me dictan lo que tengo que escribir, lo que tiene que ser comunicado.
Entonces gracias a estas ondas dimensionales les puedo decir que este marcianito muy especial llego a un mundo muy muy raro, en el que el cielo es rosa y las nubes celestes, un cielo con autos y apellidos raros, un mundo muy raro con personas raras... y entre esas personas raras está Petrulia. Que fue lo primero que el marciano ahora enamorado vio. Asique ahí está, el marciano este, mirando enamorado a Petrulia, que ni se mosquéa ante su presencia ni la del ovni, porque está acostumbrada a ver cosas raras, muuuucho muy raras, que para ella son normales. Por eso, ni se mosquéa.

domingo, 3 de octubre de 2010

Tintosín

Así como tantos otros, Tintosín vive en los márgenes de mi cuaderno. Lo cierto es que si bien es feliz, en varias ocasiones me contó que también le gustaría hacer otras cosas, vivir en otros lugares -En las páginas de un periódico por ejemplo- me dijo una vez - ¡Pensá cuanta gente conocería MIS historías, todo lo que TENGO para decir! Escucharían MIS comentarios, ME SALUDARÍAN en la calle, COMPARTIRÍA el almuerzo del domingo con MILLONES de personas a la vez, hasta quien te dice, podría tener MI propia película en 3D!-
Así es, tan alegremente superficial Tintosín...

domingo, 26 de septiembre de 2010

Felicio el abrazable

Felicio detesta despertar tanta ternura en las personas, pero no lo puede evitar. Cada dos pasos que da, cuatro son las personas que lo abrazan sin siquiera pedirle permiso.
Hasta los gatos lo abrazan, dejándole marcadas las uñas en la cara.
Pensar que tantas personas no son abrazadas y justo a Felicio le viene a tocar esto, valgame dios, si será injusta la vida.
Felicio hace lo que sea por ganarse mala fama para que no lo quieran abrazar más, le pega a sus compañeros, se ensucia en el barro, insulta a sus profesores, le pega a los perros en la calle, no ayuda a los viejitos a cruzar la calle, hace berrinches cuando no obtiene lo que quiere, sin embargo... es tan abrazable...
Felicio trata de no salir de casa, pero hasta allí es peor que en la calle, su madre, su padre, sus tios, hermanos, abuelos y hasta los vecinos, lo abrazan como unas 15 veces por día.
Es que es taaan abrazable, que si lo vieras no podrías evitar abrazarlo.
Pobre Felicio, tan afortunado y desafortunado a la vez, tan naturalmente social y antosocial a la vez, nunca tanta felicidad fue tan en contra con los deseos de una persona, porque digamos la verdad, a todos nos gustaría ser abrazables, pero no lo somos, y en cambio Felicio... es taaaaaan abrazable, y tan poco quiere serlo... pobre... si lo encuentro en la calle lo abrazo.

Felicio